Capítulo 2: La primera clase= calculo

Abro la puerta, todo el mundo había llegado ya, ¡menuda vergüenza! Veo al señor Brooks dirigirse hacia mí.
-Buenos días joven, llegar tarde el primer día de clase es un mal comienzo.
-Esqueeeeee, me había perdido.
-Ese no es mi problema.
La gente tenía razón, el señor Brooks es odioso.
-¿Cómo se llama, joven?
-Lucía
-¿Lucía qué?
-Lucía Colman.
-Señorita Colman, coja asiento.
Una niña pelirroja y con gafitas, seguro que es empollona, sube la mano:
-Si, ¿qué pasa señorita Lyndam?
-¿No tendría que presentarse delante de toda la clase?
-No en mi clase, no me importan vuestras vidas. Y, ahora vamos a empezar la clase. Señorita Colman, podría salir a la pizarra y hacer esta operación, solo cuestión de saber cual es su nivel.
Calculo se me da muy mal y la clase perece no terminar nunca y...
-Riiing!!!
Uff, menos mal, ya se ha terminado la clase, me estaba aburrimiento mazo.
Me dirijo como una loca a la secretaría, como me recomendo Mario. Alguien me da un golpecito por detrás, me doy la vuelta, y veo un tío GUAPÍSIMO y muy buenorro:
-Hola, ¿eres nueva?
-Sí.
-Yo también. Me llamo Bryan.
-Yo Lucía.
-Te visto en clase de calculo y me he dicho que te quería conocer, lo que pasa es que has salido pitando de clase y no me ha dado tiempo a decirte nada, así que te he seguido.
-¡Ay! Lo siento, odio calculo por eso salí casi corriendo ¿qué tienes ahora? que te acompaño.
-Yo también odio calculo y no hace falta que me acompañas, tengo libre.
-Yo también.
-¿Nos sentamos en esos bancos delante de la cafetería?
-Vale. Oye, ¿vas a venir esta tarde a la clase para los nuevos?
-Si, ¿acabas de mudarte?
-Si, con mi padre y mi hermana.
-Yo me he mudado con mi madre hace unas cuantas semanas, mi padre nos abandonó cuando se quedó embarazada de mí.
-¡Qué capullo!
-Ya, ¿y tu madre? ¿vive en otro lugar?
-Fallecida
- Lo siento, no debería haber preguntado.
-No pasa nada, ya lo superé.
-¿Te apetece venir después a mi casa? Me refiero a después de la clase para los nuevos.
-Me apetecería  mucho, pero tengo todavía que desembalar cajas de la mudanza.
-Vaya, otro día será.
-¿Tienes muchos amigos aquí?
-No, solo tú. ¿Y tú?
-Tú y Mario, me ayudó a ir a clase de calculo.
-Ya lo he dicho, odio calculo y se me da fatal.
-A mí también, además, te lo juro, el señor Brooks me tiene manía.
-Bueno es que Brooks es odioso, tenemos que ponerle un apodo.
-¿Cómo qué?
- No sé, vamos a pensar.
-Tengo una idea, señor Boots.
-¿Porqué Boots? Es horrible y nada divertido ni ridículo, los apodos son para eso.
-¿Has visto las botas que llevaba?, eran muy feas y muy pasadas de moda. Y además solo hemos tenido             una clase, no se me ocurren apodos.
-Lo de las botas que sean feas o pasadas de moda, son detalles en los que solo se fijan las chicas.
-Bueno, bueno, en clase me aburría mucho y algo tenía que hacer.
-Y mis botas ¿cómo son?
-No son botas, son converse y son muy chulas. Y mis manoletinas, ¿te gustan?
-Son muy bonitas y, por favor, ¿podemos dejar de hablar de zapatos?
-Sí, por favor, volvamos a la conversación inicial, ¿qué apodo le ponemos?
-No tengo ni idea de que apodo poner, ya nos saldrá alguno.
-Riiing!!!
-Siguiente clase

Capítulo 1: El primer día de clase

Venga ya Lucía, tú puedes hacerlo, no es tan difícil, es el primer día de clase, nada más; Ahora que lo pienso, me arrepiento de que ayer por la noche me pusiera a ver Pretty Little Liars, ahora estoy súper cansada para el primer día de clase. Estoy súper nerviosa, para otra persona sería otro primer día de clase, pero para mí es la vuelta al colé, empecé a cantar en España a os 12 años y dejé el colegio, iba a un colegio americano, ahora, con 16 años, he vuelto al colegio pero esta vez en Miami, siempre he querido vivir en EE.UU. y es al lado de la playa, aún mejor. Estoy muy nerviosa porque no sé si me aceptarán, aquí no soy conocida. El año pasado decidí que dejaría de cantar para dedicarme a los estudios, durante todo el tiempo he tenido clases particulares, pero quería hacer los dos últimos años en un colegio.
Estoy harta de Alicia, todo el tiempo quejándose de la mudanza, pensé que le gustaría, dice que ya no va a poder ver a sus antiguas amigas y etc. le he dicho que se va a hacer nuevas amigas y que además aquí tiene la playa al lado y ya le parece un poco mejor la idea de haber venido aquí, de verdad es tan tiquismiquis, tiene 12 años y parece que tiene 15.
Al fin llego al parking del instituto en mi nuevo coche, es rojo porque era el color favorito de mi madre, fallecida el año pasado. En los asientos traseros esta Alicia, contentísima de ver su nuevo y gigantesco colegio. Aparco el coche y sale corriendo, no me ha dado tiempo ha decirle que tiene que venir conmigo a las 16:00 para ir a la clase que dan dirigida a los nuevos. Salgo del coche, lo cierro y camino hacia la entrada. Ayer vinimos para recoger los horarios y el plano del instituto , el cuál estoy mirando para saber adonde tengo que ir; Un chico bastante guapo pero que no debe ser de la pandilla mas popular, se acerca:
-¿Eres nueva?
-Sí, me acabo de mudar hace unos días.
-¡Qué guay! Es un lugar pequeñito y todos nos conocemos, además vamos mucho a la playa.
Me llamo Mario, ¿y tú?
-Lucía
-¿Qúe clase tienes ahora? A lo mejor te puedo enseñar donde esta, tienes pinta de estar perdida.
-Sí, estoy muy perdida y no conozco a nadie, un poco de ayuda no me viene nada mal. Tengo clase de calculo en el edificio E, clase 121 con el señor Brooks.
-Mala suerte, el señor Brooks es el peor profe de calculo, todos lo odiamos.
-Supongo que es un mal comienzo.
-Yo tengo clase de historia en el mismo edificio que tu, te enseñaré tu clase.
-Gracias
-¿Vamos? Al final, acabarás llegando tarde.
-Si, si
-¿En qué año estas?
-En el penultimo, me quedo para los 2 últimos años.
-Que coincidencia, yo también estoy en el penúltimo año, ¿Qué tienes a segunda?
-No pone nada.
-Eso significa que tienes libre, te aconsejo que pases por la secretaría para que te den más información, yo a segunda tengo clase y no te puedo ayudar, lo siento.
-No pasa nada, me guiaré con el mapa.
Ten cuidado, los del último curso tienen como costumbre gastar bromas a los nuevos, y una chica con un mapa el primer día de clase, es evidente que es nueva.
-¡Vaya por dios! gracias por avisar, intentaré no perderme.
-Sino, ¿te apetece venir esta tarde al bar con mi peña? Así los conocerás.
-Me encantaría, pero después de clase hay una clase para los nuevos en el que nos van a explicar alguna cosa y mi casa esta todavía llena de cajas de la mudanza.
-Da igual, los verás a la hora de comer. Bueno hemos llegado, date prisa en entrar, el señor Brooks odia que lleguemos tarde, y menos si eres nueva.
-Gracias por haberme acompañado.
De nada.

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